Buró Político/ ¡Reglamento Garrote!
Por Ariel Vilchis
A unas semanas de que fue aprobado un nuevo reglamento de tránsito para el municipio de La Paz, la sociedad poco a poco se va enterando de la existencia de este ordenamiento que tiene un carácter recaudatorio por encima de cualquier otra cosa.
Hasta el momento, las autoridades y en especial la alcaldesa Milena Quiroga han guardado un silencio cómplice al respecto y aun cuando escuetamente en alguna entrevista niegan que el nuevo reglamento de tránsito tenga la finalidad de aumentar los ingresos municipales, es más que obvio al considerar un aumento en las tarifas de las multas.
¿De qué otro modo puede entender la sociedad que se reduzcan los límites de velocidad en avenidas y calles y al mismo tiempo se aumente la multa por exceso de velocidad? Es una total mentira que se pretenda mejorar la vialidad de la ciudad circulando a 30 o 40 kilómetros por hora.
El reglamento garrote aprobado por cabildo e impulsado por Milena Quiroga baja el nivel de alcohol permitido para conducir, pero por otro lado aumenta las multas por manejar en estado de ebriedad.
Al ayuntamiento, con la aprobación de este nuevo reglamento, le importa muy poco la movilidad de la ciudad; le importa muy poco los embotellamientos, los tiempos de traslado de las colonias del sur hacia el centro, el asunto de fondo es de DINERO.
En definitiva es una reglamento que pretende cobrar más, recaudar más y la verdad es que el gobierno municipal si necesita hacerse de recursos, pero no hay confianza en la ciudadanía para pagar porque no se cuentan con los servicios públicos adecuados. Porque a la llave que debería llegar agua solo llega aire, porque las calles están llenas de baches, falta de señalamientos y oscuras sin alumbrado público.
Para concluir y para que quede claro el carácter recaudatorio del nuevo reglamento, los elementos de tránsito portarán cámaras de video para hacer cumplir el nuevo ordenamiento, es decir, para que no quede duda de la multa correspondiente. Así las cosas.
Por lo pronto ya son muchas las voces que se han manifestado en contra de un reglamento que en nada le abona a la movilidad de la ciudad pero que pretende cobrar y recaudar a costa de los ciudadanos. Ya veremos qué sucede, es mi opinión, al tiempo…