Micrópolis / La urgencia del regreso a clases presenciales

Por Bertoldo Velasco Silva

 

No está en duda la capacidad de los docentes por impartir las clases a distancia. Lo que se pone en duda es, si está es bien aprovechada por los estudiantes.

A raíz de la pandemia provocada por el coronavirus hace casi dos años, se suspendieron las clases presenciales en todo el país y hubo la necesidad, para no frenar el proceso evolutivo de la educación de nuestros hijos, llevarla a un proceso modernista aprovechando, por un lado, las redes sociales a través del Internet y la otra, por la televisión abierta, aunque esta última, ha generado pésimos resultados.

Pedagógicamente, la educación a distancia o virtuales como se le denomina ahora, no es la óptima, pero en estos y aquellos momentos, era la única opción viable para que nuestros hijos no perdieran la continuidad de sus estudios.

Pongo un claro ejemplo: en el caso la educación de pre preprimaria, que se tiene que dar obligadamente presencial, por la atención directa que se tiene que dar a los menores que acuden al jardín de niños, se pierde, porque a esa edad, menores de 6 años, aun es difícil que comprendan ese tipo de educación. Por mucho que quieran afirmar las autoridades educativas que no lo pierden, es innegable que el menor no llega preparado para iniciar el nivel primario.

Luego entonces, este proceso, en muchos de los casos, se da por perdido.

Antes de continuar con este tema, hay que ser honestos, porque es difícil que un padre o una madre, tengamos la suficiente capacidad para darles educación a nuestros hijos en el hogar, aun y cuando reciben clases presenciales. En el caso de los niños del kínder garden, jardín de niños o kínder, como guste llamarlo, no se perdería tanto, llamándolo así, llanamente, con mucho respeto, por supuesto.

Pero pregunto, ¿cuántos padres de familia no quisieran que sus hijos en edad escolar regresaran a las aulas? Primero, porque, aunque seamos “papá ganso” o “mamá gallina”, que creemos que nuestros hijos a pesar de todo este embrollo son muy inteligentes, que no se duda, es imposible que aprenden de manera virtual lo que de manera presencial pueden captar y creo que mucho mejor, por la dualidad estudiante-maestro, un binomio perfecto para entender mejor los conocimientos que el mentor aporta al estudiante y este capta de su profesor, lo que no se da de manera virtual.

Muy a pesar de las autoridades educativas que la deserción escolar no se haya dado en estos últimos dos años, provocados por la pandemia y que esta ha generado una crisis económica en muchas familias, por no tener el equipo de computo adecuado, un teléfono móvil o tener para pagar el servicio de internet, se haya truncado el futuro de muchos jóvenes sudcalifornianos de primaria, de secundaria y hasta de nivel bachillerato, y en algunos casos hasta de nivel universitario.

Cierto, hay algunas autoridades que hacen un esfuerzo por impulsar este renglón y para que los estudiantes no trunquen su formación educativa, sin embargo, son muy pocos lo que pueden hacer algo para dotarlos de las herramientas adecuadas, que igual sucedió al inicio de la pandemia y de este tipo de educación virtual, que los docentes no contaban con el equipo y la preparación suficiente para hacerle frente a esta nueva modalidad educativa, y tuvieron que entrarle de lleno, y lo hicieron.

Pero vuelve a saltar la pregunta, ¿es efectiva esta educación a distancia? Mi percepción, es que no. Aún no estamos preparados, y sin embargo, se tuvo que dar por las circunstancias y así se debe asumir.

Para ser más claros, en los niveles de bachiller con preparación de técnicos, la educación a distancia no funciona la teoría, forzosamente tienen que llevar la práctica, pues cómo se entendería de manera virtual el aprendizaje de carpintería, de aire acondicionado y refrigeración, de estructuras metálicas, técnicas en pesquería, materias que se dan en escuelas de Baja California Sur.

Ahora que si nos vamos a referir a las universitarias, claro esta que carreras como la arquitectura y la de ingeniería, que se imparte en el Instituto Tecnológico de La Paz por lo que se refiere a la construcción, necesariamente tiene que ser presencial; o la carrera de veterinaria en la UABCS ¿cómo enseñar a los estudiantes todos los pormenores que deben conocer acerca de su carrera en el campo? Que esto, es en la práctica; o la de gastronomía en la Universidad Tecnológica de La Paz como de Ciudad Constitución que requieren de la preparación de alimentos en sus prácticas, y otras carreras similares que no se pueden ofrecer a distancia y menos en teoría, porque se ocupa la práctica directa, pues el aprendizaje no es el indicado, es necesaria la educación presencial.

Por eso es urgente la educación presencial en todos sus niveles, desde preescolar hasta la universitaria, donde ese binomio perfecto estudiante-Maestro, se de en su máxima expresión.

No dudamos de la capacidad de algunos padres de familia y hasta abuelos para tratar de colaborar en la educación de nuestros hijos, pero una cosa es colaborar y ayudar y otra, es educar, y esa especialidad solo la tienen los Maestros.

Cierto, el Comité de Seguridad en Salud anunció en su última sesión de anteayer, que el regreso presencial a clases para todos los niveles es este lunes 14 de febrero, coincidentemente con el festejo del Día de la Amistad, justificando ese cuerpo colegiado, en los niveles del semáforo sanitario que permita un regreso seguro para los estudiantes al campo del saber, al aula, a la sana convivencia entre sus compañeros que tanta falta le hace a nuestros hijos para esa formación adecuada. Obvio, cumpliéndose en todo momento con los protocolos de salud exigidos por las autoridades en la materia.

Y que esos estudiantes de todos los niveles que por una u otra causa hayan truncado sus estudios como consecuencia de la pandemia, regresen, que continúen su formación, porque entre más gente preparada tenga este estado y este país, más pronto saldremos del bache en el que nos encontramos