MICRÓPOLIS / Las matemáticas no le cuadran al PRI y al PAN

Por Bertoldo Velasco Silva

En las pasadas elecciones que se desarrollaron en 6 estados de la República, hubo un común denominador: el abstencionismo. Independientemente si las elecciones estuvieron plagadas por violaciones a la ley electoral, por la intromisión de los poderes gubernamentales como de otros factores, nos queda claro que hubo una falta de interés ciudadano para acudir a las urnas, ya fuera porque no había confianza en los candidatos o por cansancio electoral de la ciudadanía. A pesar de todo ello, de los resultados, aún preliminares de los árbitros, los números no favorecieron a la tripleta PAN-PRI-PRD, en la cual los dirigentes partidistas no saben sumar ni restar, pues de 6, estos perdieron 4 y ganaron en dos, cuando afirman que fue un fracaso político para Morena, el vencedor en esta lid.

Un niño de kínder, bien le podría dar lecciones de matemáticas a Alejandro Moreno y a Marco Cortés, que 6 menos 4 es igual a dos, pero estos, en su afán por aferrarse a sus puestos de dirigentes nacionales del PRI y del PAN, respectivamente, gritan desaforados que ganaron esos procesos y que Morena sufrió una rotunda derrota porque no ganaron los 6 de 6 como habían pronosticado previo a este cotejo electoral.

Si bien es cierto que hubo una escasa participación ciudadana, estos optaron por lo que representó el Movimiento de Regeneración Nacional.

Pero también fue notorio el que esa alianza, fue un rotundo fracaso en 4 de esos 6 estados, donde participaron, y que para el futuro, sobre todo el próximo año, cuando se dispute la joya de la corona que es el Estado de México y Coahuila, deben pensarla mucho mejor, pues si siguen anteponiendo sus intereses políticos y personales, creo que en vez de 22, serán 24 los estados de la República que tendrán gobernantes emanados de Morena.

Aun cuando los resultados de esos procesos no se dan a conocer de manera oficial, porque estos lo darán los respectivos órganos electorales de cada entidad federativa el próximo domingo, en los resultados preliminares nos damos cuenta que el abstencionismo fue el principal ganador. En Tamaulipas, se puede decir que fue el más competido entre los aspirantes de Morena y en de la alianza Va por México (PRI-PAN-PRD), el nivel de participación ciudadana fue de apenas el 56 por ciento. De este porcentaje, el morenista Américo Villarreal, ganó con el 49.9 por ciento de los votos emitidos, contra el 44.2 por ciento de su adversario César Verástegui. Sin embargo, en esta entidad, el proceso lleva tintes de una judicialización y que ésta, se va a dirimir en los tribunales ante tanta denuncia de los partidos políticos participantes por la serie de irregularidades que presentaron los equipos de ambos bandos políticos.

Durango, el nivel de votación también fue bajo, con un 51 %; de ellos, el 53,7 % fue a favor del priista, Esteban Villegas y el 38.8 por ciento para la morenista, Marina Vitela. En Hidalgo, el abstencionismo fue del 52 %, con un nivel de votación del 48 %, de este total, el 61.5 % fue a favor del morenista, Julio Menchaca y el 31.3 %, fue para la panista Carolina Viggiano.

En Aguascalientes, también hubo apatía ciudadana. El porcentaje de abstencionismo fue del 54 %, con un nivel de votación del 46 %, porcentaje que se dividió, en 53.7 % para la panista, Teresa Jiménez contra el 33.5 por ciento de la morenista Nura Ruvalcaba. En Quintana Roo, donde el PRI perdió todo, el nivel de abstencionismo fue mucho mayor con un 59 por ciento, con un nivel de participación ciudadana del 41 por ciento, el cual se dividió, en un 56.4 % para Mara Lezama de Morena y con un 16.1 por ciento, es decir al 3 por ciento, ganó la morenista a la panista Laura Fernández. Y, finalmente, Oaxaca, donde se registró el mayor porcentaje de abstencionismo en un 62 %, para un porcentaje de votación del más pobre que se haya dado en elección alguna del 38 %. Y este se dividió, en 60.2 por ciento a favor del morenista Salomón Jara contra el priista Alejandro Avilés.

Sin embargo, estos resultados no les gustaron a las dirigencias nacionales del PRI y del PAN, pues ambos, Alito Moreno del tricolor y Marco Cortés del albiazul, apuntaron que ésta, “fue una derrota para Morena, porque no ganaron 6 de 6, sino 4 de 6”. Con esta lógica, pues el famoso Pitágoras es un mentiroso, porque entonces 6 menos 4 no equivalen a dos. ¿Cómo es que estos dos ineptos dicen que perdió Morena en las elecciones del pasado 5 de junio?

Por eso los grupos al interior de ambos partidos -del PRD ya ni se cuenta, porque en algunos estados hasta perdió su registro al no alcanzar el mínimo del 3 %-, no están pidiendo, están exigiendo la renuncia inmediata de ambos dirigentes nacionales del partido. Aunque diga Alito Moreno que “por esos resultados que le fueron favorables a su partido, no va a renunciar”. ¿Hay lógica en esto? Aunque en política no hay lógica, siento que más temprano que tarde, las cabezas de Alito y Marco, van a rodar.

Y como dice el dicho, cuando veas las barbas de tu vecino recortar pon las tuyas a remojar, porque aquí en Baja California Sur, siguen la misma línea de Alito y de Marco, los dirigentes estatales, Fabrizio del Castillo y la senadora Guadalupe Saldaña, aunque en el caso de esta última, apenas ha empezado su periodo de dirigente, pero muy cuestionada en el cargo por la militancia y los simpatizantes del albiazul.

Mucho trabajo por hacer por parte de ambos partidos porque si no trabajan, se reestructuran, encabecen causas sociales, se refunden, no le auguramos, en el caso del PRI permanezca en el pandero política y desaparezca del mapa político, y en el PAN, poco a poco está cavando su tumba política y lleguen debilitados, sin organización y sin quien los encabece para las elecciones del 2024