MICRÓPOLIS / Porras, lo intentó

Por Bertoldo Velasco Silva

 

Alejandro Rojas, una carrera profesional más y una Maestría. Narciso Agúndez Gómez, se reúne con su equipo de colaboradores del APIBCS.

 

Las palabras del presidente López Obrador, en la mañanera del viernes en esta capital Sudcaliforniana, cayeron como cubeta de agua helada en la persona del diputado federal Alfredo Porras Domínguez, en esa lucha estéril para reducir el IVA del 16 al 8 por ciento, como había sido su bandera desde su primera incursión como legislador federal representando al Partido del Trabajo, del cual renunció para sumarse a Morena. “Reducir el Impuesto al Valor Agregado para Baja California Sur, está en pausa”, así de claro fue el Ejecutivo Federal.

Si esta bandera tenía Alfredo Porras para continuar su carrera política, creo que se la cortaron de tajo. Era una lucha infructuosa. Pero en ese carril quería correr este diputado federal cuando inició su carrera legislativa hace 5 años, cuando en un mitin político en Los Cabos, acompañando a López Obrador, mostraba un cartel donde le daba gracias al candidato presidencial por “apoyar la disminución del IVA al 8 % y el ISR al 20 %, por lo que el pueblo y los Empresarios Sudcalifornianos le agradecemos su apoyo incondicional a la aprobación de estos beneficios fiscales”. Así se leía en ese cartel. Otro, fue el resultado

Fueron varios años en los que este legislador sudcaliforniano estuvo explotando esta idea, que es de reconocérselo, porque de haberlo logrado, beneficiaría a toda la población sudcaliforniana por el estado de aislamiento en el que vivimos respecto al macizo continental, y que por ello, los altos costos de los productos de todo tipo que aquí consumimos, son muy elevados con respecto al resto del país.

Sabíamos que esta empresa que inició Alfredo Porras era titánica y tenía todo en contra, porque si en un inicio sus colegas del PT en la Cámara de Diputados lo apoyaban, estos dejaron de hacerlo porque veían imposible ese objetivo. En ese periodo, este legislador formaba parte de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, y al culminar esta, en su reelección, que llegó con el mismo partido, pero a los meses decidió sumarse a Morena, donde por cierto, ni fu ni fa. No lo tomaron en cuenta, y mucho menos en sus aspiraciones de reducir el IVA.

Impuesto que del 11 por ciento fue reformado para aumentarlo en un 16 por ciento, afectando con ello, en aquel entonces en el 2013 pero cobró vigencia a partir del 2014, a 10 millones de mexicanos de los estados fronterizos del país tanto del norte como del Sur de la República, y uno de quienes aprobaron dicho incremento, fue el entonces senador del PRI, Ricardo Barroso Agramont, que a la postre fue la causa para que en el 2015, perdiera las elecciones a la gubernatura del estado, frente a su opositor Carlos Mendoza Davis del PAN, quien sufragó en contra de ese incremento.

Fueron 4 años de infructuosa labor de Alfredo Porras por tratar de encontrar el respaldo de sus colegas por disminuir el IVA, y en ese trayecto sostuvo reuniones con empresarios sudcalifornianos, bueno, eso dijo, a quienes les vendió esa idea, pretendiendo con ellos encontrar cuando menos, un respaldo a su carrera política, porque entre la población en general, todos consideran que ha sido un representante ante la Cámara de diputados que no ha dado resultados, y por lo que se avizora, seguirá igual de gris su carrera política.

En contraparte, el Presidente de la República, en esa mañanera del viernes pasado, dijo que a cambio de “poner en pausa esa reducción del IVA par BCS, le destinaba su gobierno una inversión en obras y acciones por 10 mil millones de pesos, para la ampliación de la planta de tratamiento de aguas en Los Cabos, la desaladora para que ese municipio tenga más agua potable, y los programas de Bienestar que es la pensión a adultos mayores, becas, apoyo a discapacitados, a campesinos y pescadores.

Al tiempo que destacó la honestidad del gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, por tener autoridades honestas, porque esto es garantía de buen gobierno.

López Obrador dijo en esa conferencia que en BCS “es como un 90 por ciento de un buen gobierno, el 10 por ciento restante tiene que ver con la imaginación, el talento, el trabajo; pero lo básico es la honestidad, que el presupuesto público, que es dinero del pueblo, se destine al pueblo, que no roben; y lo mismo los bienes de la nación, los recursos naturales, que no los entreguen a particulares, ni nacionales ni extranjeros, y de esa manera se transforma”.