MICRÓPOLIS / Andrés fracasa como dirigente

Por Bertoldo Velasco Silva

No por algo renunció a la Secretaría general del Comité estatal del PRI. Según los que criticaron su salida, fue porque no dio “el ancho”. Las verdaderas razones, no lo sabremos, por el momento. Su llegada a la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista, fue duramente cuestionada, solo sabemos que del Comité Nacional lo designaron, así como lo han hecho de siempre, en un partido que no conoce procesos democráticos para elegir a sus directivas.

Ahí, en el Partido Verde, todos los cargos son por imposición, nada mediante la consulta a sus propias bases, a su militancia, que ahora se queja de su falta de comunicación, de organización, de trabajo partidario, de buscar la unidad, de acercamiento a la población y hasta de abanderar causas, ah, pero eso sí, ha salido bueno entregando el organismo a quienes han renunciado al PAN, eso, es lo que parece, eso, es lo que se observa.

Esa debilidad política que Andrés Liceaga ha mostrado al interior del Verde, la están aprovechando aquellos que renunciaron al partido Acción Nacional, que con su anuencia, están por empoderarse del partido y de la toma de decisiones, sobre todo, por la cercanía a los procesos de selección de candidatos a los diferentes cargos de elección popular rumbo al 2024, pero también, para resquebrajar la alianza que desde el centro del país han establecido las dirigencias nacionales de Morena, el Partido del Trabajo y el Verde, para enfrentar ese proceso comicial.

Andrés Liceaga, ya no aguanta lo duro, sino lo tupido. Su propia estructura, sobre todo en Los Cabos, donde él reside, le han hecho señalamientos serios, de entregar el partido a manos de expanistas, quienes buscan imponer en la dirigencia verde ecologista a Juan Carlos González Bareño, de quienes los militantes verdes acusan que es un perfecto desconocido.

Los verdaderos militantes verdes, a pesar de estar trabajando en pro del partido, generando estructuras, tratando de ganar adeptos, el aún dirigente estatal ni los toma en cuenta, “porque su intención, es entregar el partido a personas que provienen de Acción Nacional”.

Detrás de Andrés Liceaga, hay muchos intereses políticos y puede que económicos, afirma Alejandro Gámez Ochoa, Coordinador Territorial en Los Cabos del Partido Verde Ecologista de México, pero lo que no comprende, es que si en el propio partido hay perfiles de personas que se han ganado a pulso el cargo, no se consulta a las bases ni se le toma en cuenta a la militancia activa, pues mientras estos tratan de construir, Andrés lo destruye despareciéndose del partido, no respondiendo a llamadas, a mensajes, a tratar de dialogar con sus propias estructuras.

La queja es porque Liceaga ha permitido se le impongan pretensos a cargos a cargos de elección popular como el caso de Manuel Cota en La Paz, una persona que dicen desconocer, que no ha hecho nada por el partido, como sucede en Los Cabos, donde por cierto, Alejandro Rojas, que es militante ahora de Morena, ha hecho más por apoyar al Verde, tiene los merecimientos suficientes para ser aspirante a la alcaldía cabeña. Es una persona altruista, un líder social, un empresario, un político que busca fortalecer la alianza Morena-PT-Verde no solo en Los Cabos sino en el estado.

Alejandro Gámez demuestra con su trabajo partidista, participando en jornadas sociales a favor de la comunidad, con claros acercamientos con la gente de las diversas colonias tanto de Cabo San Lucas como de San José del Cabo, llevando cursos de capacitación, talleres, llevando apoyos, mientras que el dirigente estatal, es un fantasma dentro del partido, no se le ve por ningún lado, dicen que ni para la foto se aparece.

“Con Andrés Liceaga ha habido un distanciamiento con sus estructuras, pues en las jornadas sociales donde hemos llevado muchos beneficios, como ayuda alimenticia, aparatos ortopédicos, hemos contado con el apoyo de actores políticos o empresarios, como el que nos ha otorgado Alejandro Rojas, donde él, ha estado al pie del cañón, pero la dirigencia, brilla por su ausencia… esa es la realidad del Partido Verde en Los Cabos”, dijo tajante Gámez Ochoa.

Por lo que se observa, en el Verde Ecologista pueden imponer candidatos rumbo al 2024, pero lo único que están provocando es esa ruptura del PVEM con Morena y con el PT, pero aquí, es donde Alejandro Rojas, quien ya participó como candidato a la alcaldía de Los Cabos, le guardan confianza, tiene palabra, lo conocen los cabeños, ha apoyado a este partido ecologista, a sus estructuras, demostrando que su interés, es que se fortalezca la alianza de las izquierdas para enfrentar el proceso electoral del 2024, y levantar la mano para ser abanderado por esta Alianza.

Por lo que se observa, en el PVEM no pueden ponerse candidatos a modo como lo pretende la dirigencia actual y quienes están detrás de Andrés Liceaga con los expanistas, quienes solo buscan el plato servido y hacer a un lado a quienes han estado trabajado, operando, organizando y sumando. Alejandro Gámez afirma y puso de ejemplo al abogado Alejandro Rojas, de quien dijo está afiliado a Morena, “ya tiene mucho tiempo apoyándonos, a través de la Asociación Civil que representa, pero siempre ha sido un empresario de puertas abiertas, independientemente de las siglas o de los ideales, él siempre está abierto a apoyar, y en el caso nuestro, siempre hemos recibido una respuesta positiva y si no es directamente por él, busca la manera de canalizar para que las cosas sucedan en todo el municipio, incluso en el estado, es por eso que hemos tenido ese acercamiento con el abogado”.

Las conclusiones son contundentes, Alejandro Gámez Ochoa, puso lo que podría definir, la salida de Andrés Liceaga del Partido Verde en la entidad: “no podemos permitir arbitrariedades de ningún tipo, tanto como militantes como ciudadanos, porque se ha invertido esfuerzo, tiempo, incluso durante las capacitaciones como cualquier partido, cuando va a ser militante pues tienes que crear una identidad, valores,  saber la filosofía o la ideología del partido, pero si la misma persona que está encabezando o representándolo no cumple con eso, pues creo que el rumbo está equivocado”.

Al tiempo.