MICRÓPOLIS / Gobierno de Milena Quiroga, reprobado en transparencia

Los Cabos, con una calificación excelente en materia de Transparencia con más del 90 por ciento de calificación; le siguen los ayuntamientos de Comondú, Loreto y Mulegé con el 73 por ciento, en tanto que La Paz… está reprobado con 53 por ciento. Datos del ITAI.

 

Por Bertoldo Velasco Silva

 

Este, es un gobierno municipal fallido. A casi 8 meses de haber iniciado su administración, no ha podido resolver la manera en cómo mejorar los servicios de recolección de basura, de falta de alumbrado, de falta de agua potable, mucho menos de seguridad y de protección a los bienes y vidas de los ciudadanos paceños. Mucho menos cumple con una obligación fundamental, que también está contemplado en el artículo 115 Constitucional, como es el de bachear las calles de la ciudad, porque esto lo hace el gobierno estatal.

Pero grave asunto es, cuando en la mayor parte de las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria tan solo de esta ciudad sin contar las delegaciones municipales, no se ve a ningún agente policiaco municipal cuidando al estudiantado paceño a la entrada y salida de las escuelas, ahora que se regresaron a clases presenciales, autorizado por la Mesa de Seguridad en Salud.

Con una breve historia negativa política, social y económicamente negativa, la administración que encabeza Milena Quiroga no ha demostrado, como lo decía en campaña que estaba “preparada para gobernar La Paz”, dar cumplimiento a ese concepto y que se suponía, daría respuesta oportuna y de manera eficiente, para cumplir con los principales reclamos del pueblo paceño, como es el otorgamiento de los servicios públicos a los que está obligado a prestar.

Ya nos dijo que los habitantes de La Paz somos los responsables del quebranto económico por 1,500 millones de pesos que tiene el ayuntamiento por falta de pago de servicios y contribuciones; ya se aumentó el sueldo nominal, cuando las políticas de austeridad republicana los obligaban a hacer lo contrari0o; ya nos endilgó un aumento indiscriminado en las tarifas de agua potable de uso doméstico de 132 pesos a 180 pesos mensuales; ya nos incrementó a los ciudadanos el impuesto predial en más del 7 por ciento.

Si, ya se mejoraron los salarios, ya nos cobran más a los contribuyentes, pero no sabemos en qué se gasta el dinero que llega al ayuntamiento producto de nuestros impuestos o contribuciones como ellos les llaman, porque no vemos ninguna mejoría en los servicios públicos que aparte de malos, son pésimamente deficientes. No se diga de la inexperiencia y falta de capacidad de los funcionarios que integran su gabinete, por el cual, los ciudadanos tenemos serías trabas para cumplir con nuestros trabajos, para el desarrollo inmobiliario, para la distribución del agua potable. Es decir, no se observa por ningún lado, mejoría alguna.

Pero no se diga el viajar. A nuestra presidenta municipal le gusta viajar a la ciudad de México, para ir a ver y sentirse “cobijada” por su “amiguis” Claudia Sheimbaum, pensando que ella, le va a ayudar a salir del atolladero, cuando la jefa de gobierno ni caso le hace porque también, anda metida en serios problemas de responsabilidad por los 26 muertos del metro y su acoso a los presidentes municipales de la Ciudad de México, por no comulgar con sus ideas y políticas equivocadas. Así que flaco favor se hacen una y otra, como tampoco le va a ayudar a ser candidata al senado.

Pero aunado a todo eso, acabamos de saber que también incumple con la Ley, a la que por mandato, está obligada a cumplir y a respetar. Y nos referimos a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información.

De acuerdo con el proceso de verificación hecho por el ITAIBCS, como órgano garante de acceso a la información en Baja California Sur. El Ayuntamiento de La Paz, está reprobado en materia de transparencia. Uno de sus principales omisiones, es no cumplir con el Art. 70, Fracción VIII, que expone la Remuneración de servidores públicos, ya que la ciudadanía, hasta la fecha, no sabe a cuánto asciende la percepción económica mensual de los funcionarios municipales, la cual, debería estar incluida en la información que debe publicar de manera obligada.

Se sabe, que se celebró un acuerdo entre los ayuntamientos y el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información para validar los recursos una vez concluido el proceso y exhibirse los resultados como lo determina la ley en la materia, a fin de que la población se entere cómo andan en materia de acceso a la información, rendición de cuentas y necesaria y obligadamente, respecto a la transparencia.

De acuerdo a información del ITAI, en el caso del municipio que gobierna Milena Quiroga Romero, está reprobado su gobierno, pues tiene un 53 por ciento de calificación en materia de transparencia, por lo que ya fue notificada por parte de este órgano garante, para que se cumpla de inmediato con este protocolo.

A diferencia de La Paz, que está REPROBADA EN MATERIA DE TRANSPARENCIA, sucede lo contrario con gobiernos ordenados y respetuosos de la Ley, tal es el caso del ayuntamiento de Los Cabos que encabeza Oscar Leggs Castro, el cual tiene una calificación que rebasa el 90 por ciento, en términos de cumplimiento de la ley respectiva.

Y en el caso de los municipios de Comondú, Loreto y Mulegé, las alcaldesas Ileana Talamantes, Paola Cota Davis y Edith Aguilar Villavicencio, respectivamente, mantienen una calificación del 73 por ciento. Es decir, administraciones con menos presupuesto que La Paz, con una mejor administración, están dando cumplimiento uno de los requisitos fundamentales, como es la transparencia en cuanto al uso y destino de los recursos de sus contribuyentes.

Mientras que en La Paz, todo es opacidad y esto se presta a corrupción, y si Milena Quiroga se comprometió en campaña a no ser igual a su predecesor Rubén Muñoz Álvarez, tal parece que con estos resultados del ITAI, es una administración peor a la que le sucedió.

Es decir, Milena Quiroga le está dando malos resultados a su partido Morena. Su falta de claridad en el manejo de los recursos financieros que emanan de las contribuciones de los ciudadanos y el desconocimiento de la población sobre los salarios de los funcionarios, es una mala señal que puede pagar muy caro en el 2024, si es que busca brincar a otro puesto de elección popular, porque la sociedad no perdona, y tampoco olvida.