Las Columnas

MICRÓPOLIS / LOS CABEÑOS, LOS QUE MENOS VOTAN

Por Bertoldo Velasco Silva

 

Votar, es un deber civil, y por ende, moral. Faltan exactamente 111 días para que se lleven a cabo las elecciones más importantes en la historia de nuestro país. En ella, se elegirán una presidente, 9 gobernaturas, 300 diputados federales, 96 senadores; y en Baja California Sur, las cinco alcaldías y las 16 diputaciones de mayoría relativa.

Para ello se cuenta con un Padrón Electoral robusto, “el más grande de la historia”, con 100 millones 041 mil 085 ciudadanos inscritos y una Lista Nominal de 97 millones 539 mil 056 personas.

En Baja California Sur, el punto que nos interesa, de acuerdo a información del Instituto Nacional Electoral, se cuenta con un total de 613,382 ciudadanos registrados en el Padrón Electoral, hasta el 12 de enero pasado. De estos, 313,416 son hombres y 299,966 son mujeres. En cuanto a la Lista Nominal (LN), se contabilizaron 607,032 inscritos, con 310,299 hombres y 296,733 mujeres.

Y de estos números, hemos de reconocer que tienen mayor sentido de responsabilidad civil las mujeres que los hombres, pues son las que en cada elección, son las que mayormente votan.

A pesar de que en los números del padrón electoral, somos más hombres que mujeres (una diferencia de casi 14 mil), son las mujeres las que mayormente acuden a sufragar, y esto, en base a todos los registros existentes desde las elecciones del 2009, con el 34.80 % contra el 31.40; en el proceso del 2012, el 61.30 % fueron las mujeres contra el 53.10 % de los hombres; en las elecciones del 2015, el 56 % contra el 47%; en el 2018, 59% contra el 52.70% y en las del 2021, vuelve la mujer a poner la muestra con el 51.20 % contra el 44.80 de los hombres. Esto, tan solo en Baja California Sur.

Para este proceso electoral del 2 de junio próximo, en la entidad, hay dos distritos electorales federales, el 01, que comprende los municipios de La Paz, Comondú, Loreto y Mulegé, con un padrón electoral de 345 mil 119 ciudadanos inscritos; mientras que el 02, que comprende solo la población de Los Cabos, se encuentran registrados 267 mil 168 ciudadanos en edad de votar.

Sin embargo, desde las elecciones federales del 2009, el distrito electoral 02, es el que menos refleja el interés por sufragar, de acuerdo a las estadísticas del INE. En el 2009, el primer distrito electoral federal sufragó el 35.70 % en tanto que el 02, apenas el 27.90 %; en el 2012, en el mismo orden, 60.80 % contra el 50.30 %; en las elecciones del 2015, el 56.50% contra el 43.50 %; en el 2018, el 59.60% contra el 51.10 % y en el 2021, el 52.90 % contra el 41.10 %. Como se observa, la apatía electoral de los cabeños es manifiesta, y no solo a nivel federal, sino también a nivel municipal, si no, veamos la siguiente gráfica que al respecto damos a conocer.

Precisamente el municipio de Los Cabos, en el caso de la alianza Morena-PT-Verde Ecologista, es el que registra el de mayor conflicto político, donde los pretensos a la candidatura a la alcaldía, dicen tener la mejor percepción ciudadana. Sin embargo, desde hace cinco procesos electorales constitucionales, esta calentura política no se refleja en las urnas, pues el promedio que registra en esas últimas cinco elecciones desde el 2009, es de apenas el 42.78 por ciento de votación. Y si eso es en cuanto a las votaciones para la alcaldía, para las diputaciones locales, es peor aún, pues el distrito 07, que le corresponde a San José del Cabo, registró la peor votación con apenas el 32.40 %.

Respecto al resto de los municipios, el promedio que arrojan las últimas cinco elecciones municipales, desde el 2009, el que mejor votación tiene es Loreto, con el 61.16 %; le sigue Comondú, con el 55.20 %; en tercer lugar, está Mulegé con el 53.14 % y La Paz, con el 51.92 %.

Hay varias versiones del por qué no acude a votar el habitante del municipio de Los Cabos. La primera, por el crecimiento poblacional del 13 % anual, el más alto del país por el asunto de la migración, y que muchos de ellos solo obtienen su credencial para votar, como un documento esencial de identificación; el nivel socioeconómico de la gente, que poco le interesa la política y finalmente, que aparte de ser el voto más caro del país, también es el más caro para los políticos que compran las conciencias, pero que aún así, no votan por ellos.

La Paz, se está contagiando de este hecho. La apatía política crece en cada elección, ya sea porque no son los candidatos idóneos o porque no le llegaron al precio a los sufragantes, como sucede en Los Cabos.

Por ello es necesario que quien quede como candidato/a en los diversos cargos de elección popular, de las distintas fuerzas políticas o alianzas, intensifiquen y mejoren sus propuestas que le ofertarán al pueblo en esta campaña -la oficial- que está por iniciar, y que ya no les vendan espejitos.

Y tampoco se engañen solos de que las preferencias ciudadanas están a su favor, por mucho que saquen a ventanear sus supuestas encuestas tan irregulares e inverosímiles por sus resultados como por su metodología.

Los mejores números ahí están, en las estadísticas que arroja cada elección constitucional, en donde la mujer Sudcaliforniana, pone el ejemplo de su civilidad política al participar mayoritariamente en cada proceso electoral. Y así como acude a las urnas, así fuera para que no les nieguen el derecho de participar en política como lo hace el Partido Acción Nacional, que recientemente recibió un duro revés de parte del Tribunal Estatal Electoral, obligándolo a modificar la invitación emitida por su Comité Ejecutivo Nacional porque la convocatoria del pasado 4 de enero, carecía de bases concretos de participación femenina.

Con argucias legaloides, el Comité Estatal del PAN, quiso truncar la participación femenina en este proceso interno de selección de candidatos a las alcaldías de Los Cabos y La Paz, optando por los varones. Este partido tiene décadas, desde que Adán Ruffo Velarde, el primer presidente panista en La Paz que quiso imponer a su esposa como alcaldesa de La Paz, para las elecciones de 1996, logrando primero la candidatura de su partido, pero así le fue, porque los cargos, no se heredan. Desde entonces Acción Nacional no pone candidata mujer en La Paz.

La resolución del TEEBCS deja en claro que el PAN transgredió los principios de certeza y legalidad, dejando en estado de incertidumbre e indefensión a las personas que participan en el proceso interno.

Ante la impugnación realizada por la panista Alicia Uribe Figueroa, que alegó que la convocatoria emitida por su partido para participar en dicho proceso interno carecía de bases concretas, el TEEBCS sentenció que el PAN deberá modificar la invitación emitida por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN para la elección de candidaturas a las presidencias municipales de La Paz y Los Cabos. Todo parece indicar que esta situación de la controversia, no solo es para modificar la invitación, sino por una actitud de misoginia del partido, tras obstaculizar la participación de la mujer panista en los procesos internos para la elección de las candidaturas en La Paz como en Los Cabos.

El Comité Estatal del PAN, toma como bandera los bloques de competitividad como un pretexto para evitar que las panistas también tengan derecho a ser votadas. Si la situación fue pareja, no tienen porque temer la participación femenina y entrar a un proceso de elección interna como ha sucedido en el pasado, donde la democracia se ejercía a plenitud, y Rigoberto Mares Aguilar, no tendría por qué andar sufriendo a estas alturas.

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